Entre Toris y ciervos

Hoy hemos tenido que volver a madrugar. A las 7 nos hemos levantado para poder pasar por información en la estación de Kyoto, donde resulta que no abrían hasta más tarde, por tanto, nos hemos tenido que estar esperando allí.

Cuando por fin hemos cogido el tren, nos hemos dirigido a la parada de Inari. En Inari, lo más importante (y a lo mejor lo único) por ver es el Fushimi Inari. Éste gran templo supongo que no sería tan conocido si no fuera por la película Memorias de una Geisha. Si habéis visto la película, recordareis el momento en el que Chiyo (Sayuri, la protagonista de pequeña) sube a un templo pasando entre muchos toris y tira las monedas que le da el señor Presidente. Pues el templo al que sube es en el que hemos estado hoy. La verdad es que es precioso, está envuelto de vegetación, en medio de una montaña y todo el recorrido (de 4,5 km) está lleno de toris. Aquí las dos campeonas han hecho todo el recorrido entero pese a la negatividad de Ele-chan de decir que no podría. Al bajar nos hemos encontrado con unos españoles que me han salvado de un GRAN monstruo (un asqueroso escarabajo volador con patas de araña) que me ha provocado casi un ataque de histeria. Enserio, una de las cosas que menos me gusta de Japón es que, vayas donde vayas, está lleno de bichos y estos no son nada pequeños eh. ¡Son enormes y asquerosos!

Una vez hemos terminado de verlo todo, hemos pillado otro tren que nos ha llevado hasta Nara. En Nara hemos visto 3 (Todaiji, Kasuga taisha y Kofukuji) de los varios templos  que se encuentran por la zona y a la vez hemos aprovechado para comer. Al salir de comer, hemos tenido la iluminación divina de darles de comer a los ciervos. Nos hemos acercado solamente a uno, para que no nos atosigasen, pero al ver la comida, han venido como 4 o 5 de golpe, lo que ha hecho que nos pusiésemos a correr cuando ya no teníamos más comida por miedo a que nos mordieran a nosotras (a un chico le estaban mordiendo el culo para pedirle más comida).

Al terminar de verlo todo, como estábamos muy cansadas de todo el recorrido de hoy (el Fushimi Inari han sido 4,5 kilómetros de subida y escaleras) hemos pillado el tren y a las 5 de la tarde ya estábamos en Kyoto.

Y esta tarde, descansamos. Estaremos por el hotel, tumbadas en la cama, jugando a la DS (o PSP) y un poco a nuestra bola. Que de vez en cuando ya va bien.