Después de pasar una mala noche (acompañada de una repugnante cena congelada), nos hemos levantado algo enfadadas con los pequeños detalles que nos ha ofrecido el hotel. Para empezar, hacía algunos días que no teníamos wifi y nuestros vecinos no paraban de hacer ruido. Por suerte, ese iba a ser el último día y yo me encargué de dejar una nota de "agradecimiento" al dueño del B&B.
Nuestro autobús no salía hasta las 12:10, así que, tal como habíamos planeado, fuimos al centro y compramos los últimos recuerdos y el último helado del viaje (como no, volví a repetir sabores...). Mientras esperábamos la salida del autobús, nos hemos quedado sentadas disfrutando del buen tiempo y leyendo nuestros ebooks.
Una vez en el aeropuerto y antes de coger el avión, nos hemos quedado allí a comer donde la comida era pasable.
En general, a pesar de las cosas malas (como la comida), el viaje me pareció fantástico y me encantó pasar unos días con mi Jud.
1 comentario:
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Gracias por tu tiempo, y sigamos compartiendo lo que amamos !
Kosmisch
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